Fuiste en el tiempo de los cielos, un mar eterno,
en el espacio de la noche has existido sin tiempo,
eres boca, donde la espada encuentra su fuego,
vives en ningún sueño, porque todo lo has hecho,
te instalaste de la nada como tormenta sin freno
y, ¿de que sirvió? Pues, para decir que te quiero.