Un día agraciado
en que la vida de alegría floreció,
emergió el ser mas hidalgo,
que haya conocido yo.
Un hombre
con un clavel blanco en su pecho
un ser que a su familia
con dedicación y amor honró.
Un buen padre, hermano y humano,
que el divino cielo,
con su eterno amor,
como delicada blanca rosa,
me obsequió.
Hoy de nuevo la música de mis letras,
le cantan a ese sublime amor,
a ese hombre que la vida,
por el bien me encaminó.
Hoy doy las gracias al supremo creador,
por haberme halagado con el amor
de un padre,
que con sus acciones
y sus palabras llenas de afecto,
por el duro camino de la vida,
con sabiduría y amor,
correctamente me encaminó,
Mi corazón no esta de luto,
mi alma no llora porque partió,
hoy sólo doy gracias al
supremo creador,
por el privilegio que me tocó,
de ser descendiente directo,
de Macos González landa,
y con orgullo total,
exclamo desde lo profundo
de mi agradecida alma,
y en mayúsculas,
desde mi huérfano corazón,
te vuelvo a expresar mi eterno amor,
PAPA.