Caminando la vida desde muy joven por lugares desamorados y fríos
donde las palabras de cariño no existían y jamas asomaron allí ;
aprendí que se cuidan las emociones con una coraza de piel curtida
que ajustada al corazón le enseña el arte del desapego fiel...
Caminando la vida supe que no es bueno amar sin prudencia,
que todo reflejo de luz que nace de adentro se pierde en la obscuridad
que rodea al valle de lagrimas por el que transitamos descalzos
pues creemos que los senderos que transitamos nos darán su bienvenida...
Caminando la vida viví las peripecias de las búsquedas tercas y banales
que empujan a vivir un día mejor en acuerdo con el entorno real
que nuestra existencia pide para lograr Paz en las desventuras y alegrías
que acechan en cada tramo que intentamos una pizca de felicidad...
Caminando la vida empece a darme cuenta que nadie entró en mi vida,
que no admití una dueña para mi corazon gitano y mal enseñado de niño
por lo que la coraza se pego como otra piel a mi cuerpo y no permite
el paso de las simples cosas que dan vida a los colores del ser enamorado...
Caminando la vida he comprendido que su paso deja huellas y albores ,
que todo llega y todo pasa y no logramos retenerlas pues se escurren
en las manos y en la mente ya que el tiempo no logra perdonar equívocos
y la mirada se dirige hacia el cielo azul azabache buscando las razones...
Del Poeta de carton....