Para tener el alma blanca,
hay mucho que sacrificar,
sobre todo perder unas -
vacaciones y lo que se gas
ta en ellas, dárselo a los -
demás. Lo digo porque a
mí me gusta poco viajar y
además pienso que te stres
sas más. Las vacaciones --
son una diversión pero eso
no es felicidad, felicidad es
acompañar a un enfermo
y poderlo aliviar; la felicidad
amigos míos, no está en los
grandes hoteles, en los yates
o brindando con champagne,
está al lado de los pobres y
en poderlos ayudar, eso es
para mí la mayor felicidad y
cuando me dicen gracias ami
ga, me siento amiga de ver
dad y como en mi casa en nin
gún sitio se está. Pero todos
no pensamos igual.