Aprender a soñar es hacer realidad lo deseado,
desechando la aflicción, para después interpretarlo,
perseguir lo deseado y no con los ojos cerrados,
la riqueza de tu valor, con los dedos de tus manos
Pero cuando dormimos, un viaje realizamos,
Fantasía o realidad?, real mientras gozamos
de ese sueño en ocasiones idealizado,
donde no hay límites, nuestro subconsciente es libre,
que nos permite incluso, acercarnos a las personas que amamos
que ya no están, pero que por unas horas,
las podemos abrazar, las podemos besar, hablar y de qué forma más real
La parte contraria es ese ensueño angustioso y tenaz,
sueño perturbador inquietante y a veces enloquecedor,
pero del que también se aprende y al final vamos a despertar
Aprender a soñar es comprender la riqueza de tu valor
Y en ocasiones la pobreza de la realidad.
“Persigue tu sueño, intenta alcanzarlo, disfruta soñando pero acuérdate al mismo tiempo, que no se vive durmiendo si no despierto”