Asoma a mi memoria
aquel momento en que por primera vez
arrobados nos conocimos.
Dejando en nuestras bocas
un beso pendiente.
Ese instante inolvidable
llenó mi vida entera, de una luz celestial,
al contemplar la gracia
irradiada por tus embelesos
de fémina señorial.
Un feliz delirio
iluminó caminos de ensueño,
incitando en mi mente.
pensamientos
lujuriosos.
de entrelazar nuestros más excelsos
suspiros, en arrebatado
vendaval de furores,
Sólo pido a Dios,
Que este amor y placer, sea
eterno.
bambam