Hugo Emilio Ocanto

Guión teatral: No me castigues con tu indiferencia, Ludmila (Parte tres, final)

---Y si tú lo sabes, yo también quiero saberlo ¿Por qué no me conviene esta mujer?

---Adolfo, como siempre lo he sido, esta vez quiero ser más sincero que nunca contigo. Sabes que te aprecio mucho, y eres para mí como un hermano. Mejor que un hermano. Porque tengo uno, y no se comporta conmigo como tú lo haces... te cuento...

Esta mañana estuve con un amigo el cual es un detective privado. Hace seguimientos de personas, constataciones de infidelidad, robos... caso que se le presente allí está él con su ojo visor...Hablando de todo un poco, tocamos el tema de la prostitución...

Bueno, el caso es que refiriéndose al caso de un narcotraficante, aparte asesino él me nombra en su relato de que había tenido una amistad con una famosa mujer...famosa por sus amoríos... no propiamente mi amigo sino el traficante. Bueno, para no hacértelo tan extenso, una de las amantes de este delincuente era... tu amante...Ludmila...

---¡Ernesto! ¡Me estás haciendo una broma!...

---¿Crees realmente Adolfo que pueda yo hacerte a tí una broma de esta índole? Estás equivocado.Te estoy comentando la verdad, si es que me permites...

---Continúa.

---Ludmila conoció a este delincuente en Córdoba... fué un caso muy comentado...perteneció a él unos cuantos meses... la conoció en la calle, después de haber estado con unos clientes vendiéndoles estupefacientes.Se la llevó a un motel,

ahí tuvieron relaciones, y después él la hacía trabajar a ella como prostituta... ella cobraba a sus clientes y le pasaba un porcentaje a él. Una noche él, junto a otro compinche, comete en una famosa fábrica un robo... estaban cercados por la policía.Sonó la alarma,intentaron escaparse, y uno de los policías lo baleó y lo mató.El otro escapó.Hasta hoy no lo han encontrado. En ese tiempo, hace un par de años, ella estaba con él. Al enterarse del asesinato, ella abandona Córdoba, y se radica acá, en Buenos Aires... Antes de hacerlo, ella declaró ante el juzgado,que le robó más de veinte mil pesos al finado.

La absolvieron. Quedó sin cargo.Después de eso,ella siguió ejerciendo la prostitución, hasta que te conoció a vós hace siete meses...

---Ernesto...(Adolfo está sereno. Escuchó a su amigo con interés,pero...) Te he escuchado atentamente todo tu relato.Por dentro he sentido rabia, bronca, desesperación... pero sabes, no sabría determinar

por qué motivo estoy tomando esto con tanta indiferencia. Es como si me hubieses hablado de una mujer desconocida.¡Yo reaccionando así, después que la he amado tanto!...

---No grites Adolfo, los chicos pueden escucharte...

---¡Qué me importa que me escuchen!...

¡Soy el dueño de casa!... (Se serena) Disculpame Ernesto si grito...No es mi intención molestarte. Te agradezco todo lo que me has relatado.Me siento algo mareado...Debo tener presión... Quiero pedirte que mañana sin falta, le hables a mi ex esposa para decirle que vaya a buscar a la oficina los diez mil pesos que debo darle. O ponte de acuerdo con ella cómo los obtendrá. Si los busca ella, o si se los llevas tú.

Mañana llamaré al profesional que me recomendaste.

Quiero estar bien lo antes posible...

---Adolfo, tenía que contártelo... si quieres constatarlo... hay un expediente en el cual podemos ver...

---Nada tengo que constatar Ernesto. Con tu palabra me fué suficiente.Quiero comenzar una nueva vida.

Decile de mi parte a Cora, que cuando esté bien, iré

a visitarla. Mi vida los últimos tiempos, al lado de ella fué un calvario.Ella me celaba a mí, y yo a ella...

No fuimos justos ninguno de los dos...Nos queríamos, pero no nos soportábamos...Tú conoces nuestra historia... Después de lo que me has relatado, siento en mi interior como una liberación...Alcanzame el bastón, por favor... Gracias.

---Mañana te hablo Adolfo.

---Espero tus noticias, Ernesto. Gracias por ser como sós.

---Hasta mañana Adolfo.

---Hasta mañana Ernesto.(Se dan un abrazo)

---No me acompañes, Adolfo. Conozco el camino. Les dejo mis saludos a los chicos.

---Se los daré Ernesto.

(Ernesto se va.Adolfo se sienta y se queda pensativo.Piensa. Piensa.Se dirige a la computadora.

Lee un mensaje de Ludmila.)

Adolfo: Disculpame.¿O tal vez debo pedirte perdón?

Lo nuestro no puede continuar.Estoy cansada de ser discriminada por tus hijos. No me siento con ganas de arriesgar una decisión, que pienso, no dará resultado. Ni para tí, ni para mí. Me voy de aquí. Lejos. No sé dónde.Te comprendo todo lo que me dices...pero no será posible. Mejor así. Que nos distanciemos...para siempre. No me aborrezcas. Yo... Adiós, Adolfo: Ludmila.

(Adolfo se queda mirando la pantalla.Inmóvil. Absorto. Con la mirada extraviada.Unas lágrimas caen por sus mejillas. Levanta el bastón, y destroza de varios golpes la computadora)

---¡Adiós Ludmila!...Mañana... quiero vivir una nueva vida...¡Una nueva vida, Dios!...

 

Todos los derechos reservados de sus autores( Hugo Emilio Ocanto y Leonardo Eliecer Rodríguez Chacin-01/09/21012)