Un espeso humo gris sale como cascada desde mi pecho,
Viene envuelto en la silueta de una mujer,
Una dama que estaba en un rojo suspiro que tiene el ritmo de un latir…
Y ese humo me recuerda tanto a ella, tiene su imagen bordada en forma de todo, como nubes en el cielo que metamorfas cambian a su antojo…
Suspiro un segundo mas, la neblina cae entre mis dedos, entre mis pupilas que caminan espectrales desde mi puerta hasta su lecho…
Te busco amada mía, ¿Dónde estas? En la luna quizá…
En un murmullo del viento que vaga entre tu humo y mi astral caminata…
Como cala tu sentir, no duele, pero arde, como fuego y braza, como beso sin calma…
Todo yace en tu nombre arraigado, enraizándose en el humo que viene desde donde te tengo guardada…
La música resuena con la guitarra que requintea una nota que describe tu cuello…
Y las mordidas que me da el sentimiento me revuelven las entrañas, y crea lagunas saladas de una felicidad inmaculada ente mis parpados y la fina línea curva de mi sonrisa…
Te llevo físicamente en mí, en ese ardor que no cesa desde que te conocí…
¿Qué tienen esos ojos y ese cuerpo, esas palabras y esa sonrisa de mujer encerrada en cuerpo inexperto?
No lo se, pero se que arde al salir de mi pecho, con cada bocado de aire, con cada hilo de humo que viaja distante y se mescla con la niebla…
Y en el instante que se cruzan, crean un telar infinito en el todo, que pareciese que viaja con una corriente, viaja lento pero directo…
¿A dónde se dirige ese sentimiento?
¿Sera que el ardor en mi pecho se graba en el viento para encontrarte al otro lado de todo ese espacio-tiempo?
Que viaja hasta tu lado, para envolverte como yo deseo hacerlo…
Para rosarte pecho, cuello y labios como yo deseo hacerlo…
Para que lo respires y entre en tu pecho, y arda dentro como arde en mi, y vivir entre tu latido como yo deseo hacerlo…
¿Sera que es el mensajero silencioso que te manda lo que me queda de alma?
Si es así, respira hondo mi preciosa amada, que pronto una parte de este extraño joven tejido entre gris humo se meterá entre tus sabanas, piel y sueño; entrara hasta tus pulmones para retozar a un lado de tu corazón, justo como yo deseo hacerlo…