Quiero ser escarcha en invierno
Gaviota revoloteando, el mar inmenso
Escuchar el sonido de las olas, divino
Mientras miro el horizonte, disperso…
Hay momentos en la vida, maravillosos
Suspiros del alma, escuchando melodías
Mientras pienso, en los vínculos preciosos
Pero le pido lo imposible, á todos, mis días…
Navegar en barcos invisibles, en mil océanos
Surcando las olas, que vienen y pasan de largo
Lluvia, neblina y escarcha, en mis peldaños
Escaleras de caracol, que llenan mi lago…
En donde vive el misterio, de todo mi letargo
Silencios ocultos, pero muy transparentes
Que pasean por las hartarías, de mi decálogo
¿Hacia donde, navegan mis barcos, sin anclajes?…
Quisiera echar el ancla, en el edén de la fantasía
Pero me pierdo en el sufrir, de mi sintonía
Agonías que azotáis, las líneas de mi autovía
Dejarme vivir en calma, el sueño de melancolía…
Hay mil cielos y lunas, que nos regalan lo días
Hay flores de invernadero, sin escarchas diluyentes
Que huelen igual, que las flores de primaveras
Y también hay mil vidas, dentro de las gentes…
Quiero ser escarcha en invierno
Gaviota revoloteando, el mar inmenso
Escuchar el sonido, de las olas divino
Mientras miro el horizonte, disperso…
¡La escarcha de mis cabellos, atraviesan los tiempos, buscando la gracia y la caricia de una vejez, bendecida por los cielos!
Modesto Ruiz Martínez / lunes, 19 de octubre de 2009