Diego Trujillo

Caldas

Ya no caminas igual, quizá ahora encajas tus pasos en otras que no son mis huellas.

Nos ha vencido la prisa, tal vez persigues cometas.

Sueles andar con cautela y ahora rompes el asfalto.

Y se despiertan los demonios, caen del muro las palomas,

se rompen puertas, cerrajes, candados, se precipitan callados los andamios.

 

Ya no caminas igual, te persiguen a tientas transeúntes y vicios.

O es que te cansas de andar tan despacio y dejarte tocar,

dejarte amarrar por ésta línea que cuelga en los acantilados.

Te has manchado de mi, y ahora te vencen horarios.

La quietud de las fronteras contigo no existe.

 

Ya no caminas igual, lo dicen los andenes.

No puedo ser yo, nunca dejo huellas.

Dejo ventiscas de enero,

con el batir de mis alas.


Diego Trujillo