Anoche al volver a casa,
me aloje en mi habitación, frente a la ventana,
la oscuridad me envolvía, la oscuridad me atrapaba,
amarraba mis sentidos, despertaba añoranzas.
Con la cabeza cabizbaja, recordaba y anhelaba,
episodios pasados, que en mi mente arraigaban,
oscuridad y una ventana, a solas yo pensaba,
que la soledad me inundaba, que el pasado me acechaba.
Desvelada, alce mi mirada, por el filo de aquella ventana,
la noche no era oscura, la luna iluminaba,
horizontes abiertos, caminos que se fijaban,
pues no hay sombras sin claridad,
y la oscuridad no dominaba.
Comprendí que el pasado ya no vuelve,
que el pasado ya no está,
que ante mí, un mundo abierto,
me hacía despertar,
de fantasmas y recuerdos,
que tenía que olvidar.
Pues el cierre de capítulos, tenía que empezar,
que mi vida es solo mía,
aunque en ocasiones me acompañe la oscuridad,
soledad y pensamientos
que nunca volveran...
" El pasado ya no vuelve, hay que dejarlo atrás, cerrar esos capítulos que nos hacen añorar experiencias ya vividas, que nos duele recordar"