Desde que te fuiste
he buscado la manera
de alcanzarte, de abrazarte,
mientras cumplo mi condena
de amante incansable
con sonrisa a flor de pena,
suspirando tus palabras,
callando los poemas,
inventándote mil veces
en las caras ajenas,
jurando que en la brisa
eres tú el que me besa.
Desde que te fuiste
para tenerte cerca
hice mía la luna
y todas las estrellas.
Desde que te fuiste
he cuidado con recelo
nuestro amor de sueños locos,
mi corazón aventurero,
los versos que me diste
y todos los recuerdos
que amanecen con mis ojos,
que los tejo con mi pelo,
que atrapo en el aire
cuando al pensarte me vuelo,
que constelan mi galaxia,
que desnudan alma y cuerpo.
Desde que te fuiste
busco en el cielo
una nube con tu nombre
que se lleve el desconsuelo.
Desde que te fuiste
he quedado vacía,
como un soplo de verano
se me pasa la vida
entre vueltas de mi mundo
enredado en fantasías
de encontrarte alguna vez
caminando por mis días,
o una playa con tus besos,
o tu abrazo en noche fría,
me faltas tú y me falta el sol,
devuélveme la alegría.
Desde que te fuiste,
como el mar en mi bahía,
son de sal todas mis noches,
cuna de melancolía.