ODA A LA VIDA
Yo veo como la vida pasa en un instante,
y se apresura y no vuelven las horas
y con ellas se van callando todas las canoras
dulces y melodiosas aves trinantes.
Yo sé, que aunque piense que el poder divino
me ha dado la oportunidad de disfrutar tantas cosas bellas
creo que el milagro más grande que me dió el destino
ha sido disfrutar de mi cansada edad, mirando las estrellas.
Si esta vida que pasa tan de prisa
me brinda el placer de conocer a la naturaleza,
de ver y de escuchar los sonidos de los arroyuelos
y de observar lo que el mundo nos muestra en su belleza,
tengo que agradecer, con una tierna sonrisa
y debo ser feliz y dar gracias al cielo.
Puedo pedir, que nunca se me niegue la oportunidad
para poder agradecer de forma muy humilde
lo bueno que la vida me dió sin necesidad,
de bienes materiales.
quiero agradecer solamente, lo bello, lo sublime
por vivir en este mundo, con todas sus bondades
y también debo agradecer
por vivir con todas las desdichas,
con todas las angustias y con todos los afanes.