Vengo de donde viniste,
crucé el mar que antes cruzaste;
soy contraste, eres contraste
de colores. ¡Me atrajiste!
Asciendo, prosigo, espero
en tu escala de suspiros;
llegas hasta mis retiros
y mis besos. ¡Yo te quiero!
Me desgrano en la utopía
de nuestra inmortalidad;
hay simbiosis de verdad
oculta. ¡Vaya osadía!
Tú, vives en mis antojos
devorando con miradas
las añoranzas pasadas
que regresan. ¡Son tus ojos!
Vuelves lumbre corporal
palpando todos mis poros;
mi voz, tu voz, nuestros coros
lujuriosos. ¿Cuán virtual?
Me ofreces tu melodía
resarciendo mi guitarra;
hay un concierto que amarra
mi espíritu. ¡Qué alegría!
Me sostienes, te sostengo,
nos sostenemos los dos;
me he convertido en tu Dios
mortal. ¡Amor, ya te tengo!