Nace con nosotros, pero algunas veces
no las roban sin piedad y con brutalidad
y aunque no lo merecemos.
Que triste es la vida sin esperanza y libertad!
Que triste en vivir sin esa alegría,
de poder movernos al compás de ellas
cuando las disfrutamos vives en armonía,
con el mar, el sol, el cielo y las estrellas.
Vives ese anhelo de explorarlo todo
de vivir y ser feliz! Sin miedo, sin prisa, sin mordaza.
Con felicidad.
Correr soñar, vivir, ver el horizonte y el amanecer.
Pero ¡ay! Que triste se nos vuelve todo.
Cuando alguien nos priva de la esperanza
y libertad!