Con la oreja tras la madera
molèculas, átomos y electrones confabulan su energìa
como jaurìa de niños el ùltimo dìa de escuela.
Con la oreja tras tu puerta
sus molèculas átomos y electrones conspiran
para decirme las razones del ruido
cautivo al otro lado.
Desafasa mi latido el sonido de las olas adormecidas,
espumosas.
¿Eres puerta o caracola?
Si eres mar...yo, naufrago en tu olvido.
Una carta sin remite...
Para cuando vuelvas.