No entiendo ni comprendo el motivo de tu ausencia
y si mi pena, mi calvario y mi dolor, pesan en tu conciencia.
Olvidaste lo mucho que te amaba, que te ame y que te amo;
por eso mujer, en mi desamor, inconsciente te aclamo.
Acaso recuerdas que sin ti no me encuentro, no soy nada
y cada noche te sueño y despierto abrazado a mi almohada
humeda de mi llanto y de besarla, si, así como si fuesen
tus labios y tu boca, como si mi corazón, mi alma naufragasen.
No me pesan los besos que te di, ni tantas alabanzas;
estas lejos ya lo sé, pero ni un mensaje de amor o de quejase
está fraguándose una despedida, ya lo sé, y ni me tomas ni me dejas;
pero no puedes tenerme encarcelado, sin amor ni esperanza.
Yo sé que la diferencia de edad, amada mía, son muchas.
Te lo dije mil veces mi amor pero tú…tú, no escuchas
y estoy sufriendo tu distancia, tus silencios bien callado;
es por eso que ha llegado el fin y es mejor dejarlo.
Autor Joaquín Méndez
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31/08/2012 2:37:131