Soy tuya por momentos
de a poquito y sin prisa.
Eres mio y de mis silencios,
eres noche, así imprecisa.
Me deslizo como anónima
por los sueños que te quedan.
Los desvisto y los manipulo,
para desnudarles de la espera.
No te opongas, no desistas.
No traiciones el deseo.
Que a la pasión, como al pecado
le convienen voluntades endebles.
Llámale sumisión o debilidad
Si así prefieres
Pero consiente tus caprichos
desgástalos de placeres
y acertarás en el error que te propongo
Este error que convertiremos
en un contrato firmado con besos
cuya cláusula de permanencia es la eternidad.