Qué puedo decir de un beso
que alguno ya no haya dicho
sin poner en entredicho
lo que ahora yo confieso.
Este secreto lo expreso
sin decoro o aflicción,
era tanta la atracción
de aquella boca encendida,
que a la razón aturdida
la cegó la tentación…
Es que aquel que en su desdicha
unos labios ha besado
habiendo un beso robado
en breve se encapricha…
Libando en fuente de dicha
néctares de frescas mieles,
hace a sus sentidos fieles
alentando devoción
y en dulce predilección
sacia su anhelo en vergeles.
Es verdad que existen quienes
habiendo elixir probado
una vez que se han saciado
al beso muestran desdenes.
Y partiendo en parabienes
vuelan en pos de otras flores,
¡insensatos picaflores!
Dejando el labio florido
desecarse en el olvido
beben de nuevos amores.
El beso brinda en ternuras
efectos más que vibrantes
con sabores desafiantes
seduce en sus locuras…
En emociones seguras
hormiguea en los sentidos,
por deseos invadidos
brota el labio delirante,
suave hechizo alucinante
dando besos encendidos.