Tú que todo lo perdonas
y que siempre estás
cuando más te necesito,
tú con ternura y dulzura
vuelves mis momentos díficiles
en tranquilidad absoluta,
tú mi pekeñaja
que te mereces mi admiración
y mi amor eterno,
te doy las gracias por ser quien eres,
gracias por soportarme,
gracias por quererme
así como soy,
eres maravillosa,
te quiero mucho
y nunca lo dejaré de hacer
y si lo hago
entonces habré muerto,
Te amo y te quiero
y gracias por perdonarme
y decirme siempre
todo está bien,
no te preocupes,
mi corazón de oro
gracias por iluminar mi vida
y darme felicidad y alegría,
gracias sólo gracias
mi niña querida.