Alejandrina

ANACORETA

Me he ganado este derecho , anacoreta.

Enfilaré mis dolorosos pies

por los caminos de adentro,

si me pierdo en el recuerdo

ve a reclamarle a tus ausencias,

mi nombre esta grabado en tu memoria

con la honrada intrepidez de alguna lágrima.

 

Te dejo como testamento,

la hora mas negra de la noche,

esa que precede al amanecer 

allí  cavé los pozos donde sepultar 

mi voz enronquecida de penas 

pero vaciados los cántaros de envidias,  

de mi boca jamas escucharas un arrogante, mío,  

prefiero pronunciar unidos.    

 

! Ay ! si supieras como me desquicia,  

esa mentira gigante de los egos ...  

Escotoma en el alma del que quiera ver   

egoísmo en mi palabra,  

y por eso me voy .      

 

Te heredo , la mengua de mis doce lunas ,  

cuando la inocencia aun danzaba en mis ojos  

la huella indeleble de mis dedos en tu rostro,  

la raíz de mis delirios  para que broten

perfumadas margaritas en tu vientre.  

 

Te regalaré el siseo de mis huesos   

a través de los tiempos constelados.      

Te dejo con tu paz,  mi muchacho de siglos,  

de palomas en las manos   

fiel amigo y portador de mis palabras,  

las mismas que con tesón guardas en tu pecho,  

no olvides que mil vidas ya han pasado

bajo nuestros puentes   

y el eco del pasado se acerca con premura,  

allí te espero , mas allá de estas fronteras.    

 

Alejandrina.