''Deja de alargar,
esta muerte tan lenta...''
-Fernando Velazco-
Le supe tristeza a mi cama.
Desde hace un rato, me dice que te escriba,
pues sabe que es mi fuerte, ser cobarde.
Son las seis y la ciudad palpita con sus lunas.
Con la piratería jodida de la ignorancia suelta...
Tú, me miras caminando despasito,
con ese miedo circular de despolvarme a media calle,
y que los ojos me miren,
mis hojas diferentes.
[Entonces te detallas este otoño inescrutable, de sencillez tangible]
-Tú, navegante de mi sur magnético
a un recuerdo que me mira estrábico.-
Tú, y el temor de quedarme a solas,
en el rincón donde el olvido respira con la boca abierta
y su lengua me envuelve,
de a poco las verdades.
Seis con diez y no entiendo
cómo puedes esperar
mientras camino alta,
y hago del viento, origami con mi pelo.
[He envuelto en una niebla espesa,
este amor tan agudo y pesado.
Para regalartelo en este frío que me parte las tristezas,
en esta avenida que se alsa hacia mi cara
y me
quita
de la boca
ese no-beso
si-tuyo
nunca dado]