Tómame,
soy tu papel en blanco
listo para tí.
Intacto y flexible.
Sigue la línea punteada,
divídeme exactamente
a la mitad de tu abandono
para que no resienta por
completo ésta tristeza.
Tienes en tus manos
la destreza necesaria
para transformarme.
Dobla la punta “A” de mis
labios y llévala hasta el
extremo “B” de los tuyos.
Déjame en un pliegue
que no se desbarate
éste último beso
armado de agonía.
Pero si no
te interesa seguir mis
instrucciones,
entonces
conviérteme
en avión,
en un corazón con alas,
en un barquito,
o en una bola de papel
que encestas en tu bote
de basura.
Haz conmigo
y por completo
lo
que
quieras.