Llegaste a mí, como una ilusión,
Cuando la soledad en mi vida
Era mi amante y mi fe perdida.
Cuando mis ojos en el oscuro firmamento,
Tristes en busca de amor se fundían.
Cuando mi boca sedienta de besos
Poco a poco, como una rosa
Acosada por el sol sentía que fallecía.
Cuando mi corazón sin motivo latía,
Y mi sangre, como el agua del rio
Sin cause, sin rumbo corría.
Cuando mis manos artesanas de caricias,
Su habilidad no la sentía.
Cuando cada milímetro de mi piel
En tierra árida sé transformaba,
Sin sensibilidad, sin vida.
Y tú… tan sólo con tu presencia,
Me llenaste de alegría
Y de ganas de vivir la vida.
HEBO