Hubo un tiempo. Quizás bueno quizás malo. No lo sé
Un tiempo distinto, que no viví o viví a medias o no pude o no quise
vivir
Parece infinitamente lejano
Perdido en los recuerdos casi borrados
Permanentes en una foto ajada tomada al azar de la caja del pasado
Caras sin arrugas. Cabezas sin cenizas.
Los mismos ojos, la misma expresión, la misma sonrisa...
Desde el interior de la caja observan los muertos,
hasta parecen más serios, aún cuando están sonriendo
Y nuestras miradas se vuelven solemnes para mirarlos
Son ellos, nuestros ancentros
Son ellos, los que alguna vez amamos
Son ellos, los que ahora recordamos
Y es el tiempo traicionero que se vuela de las manos
Aquello fue mejor, aseguran los mayores
Ahora es mejor, decimos los más jóvenes
Mezclados en un pasado que nos pertenece,
entre charlas, comentarios y risas, el muerto de la caja nos avisa:
No se queden esta noche con imágenes ajadas
mañana es otra jornada, la vida corre de prisa...