Sentado en el asiento de un tren.
Viajando. Hacia mi destino.
Hacia la paz. Lejos del mundanal
ruido de la ciudad.
Lejos de los pesares.
Lejos de las maldades.
Alejarme. Simplemente alejarme.
Contemplar el paisaje.
El cielo. La llanura. Los árboles.
Los animales en el campo.
El viento y la lluvia.
Mantener distancia.
Tratar en este viaje
de ser perseverante.
De que mi corazón
deje de sentir tristezas.
Ir hacia lo desconocido.
Lo desconocido no visto.
Pero sí relatado.
Sí contado. Por tí.
Voy a tu encuentro.
Voy hacia tus pagos.
Tu ciudad. Desconocida por mí.
La conozco solo por tus referencias.
Me decido a conocerla,
solo por verte.
Solo por reencontrarme
con aquella mujer
que conocí en mi ruidosa
ciudad. Voy en busca
de la serenidad
y del placer de compartir
contigo, todo lo que me
has prometido.
Promesas que he tenido
muy en cuenta en
estos últimos meses vividos.
Allá, atrás de este camino,
dejo muchas cosas
con las cuales compartí
mi existencia.
Allá, lejos ya, a muchos
kilómetros de distancia...
Dejé mis penas,
y ahora, voy en busca del amor
que me prometiste.
Me he decidido hacerlo,
para apagar la angustia
de un desengaño.
Dejo un amor, para
encontrar el tuyo.
Voy hacia tí,
con alegría, y traigo conmigo,
mis tristezas y añoranzas.
Añoranzas de un pasado...
que olvidar quisiera.
Sólo pido a Dios,
lograrlo pueda.
Me hago el fuerte,
pero no lo soy.
Mi sensibilidad es tal,
que en un demonio
quisiera convertirme.
Pero sé que mis principios,
no me lo permitirán.
Quisiera arrancarme
de mi alma, todo lo
que en ella existe.
Y todo es bueno.
Todo es santo.
Todo es amor.
Pero el amor dejado,
y buscar otro amor...
¿será mi lógica?
¿será lo correcto?
Defraudé a ella...
y voy hacia tí.
Que me ofreces la dicha.
La dicha eterna...
¿existe? Tan crédulo soy...
Y tan precipitado
a los acontecimientos...
Cambiar un amor por otro.
Un amor conocido
por un amor por conocer...
¿Estaré acertado en
mi decisión?. Dudo.
No estoy seguro de mí.
Siento la incertidumbre
de mi futuro.
De mi futuro de amor.
Mi carácter me lleva
a tomar determinaciones
drásticas. No quiero después
arrepentirme.
No sería la
primera vez. Resuelvo algo,
y después me arrepiento.
Dejé mi viejo amor,
para cambiarlo por este nuevo.
El tren continúa con su incesante
andar sobre las vías...
Y mi corazón está dudoso.
Incierto.¿qué estoy haciendo?.
Tal vez comprendiendo
de que esto es algo
que no debí haber determinado.
No, no lo haré. No puedo
hacerlo. No estoy capacitado
para hacer algo que después
pueda llegar a arrepentirme.
No puedo ir hacia tí,
y después recordar a la otra
estando contigo. No puedo ser
tan desleal. ¿entonces dónde
están mis principios?
Mi responsabilidad.
Me estoy comportando
como un irresponsable niño.
Debo madurar. Luchar.
Hallar solución a lo que me niego.
He llegado ya.
Aquí está el final de mi viaje.
Pero no. No puedo hacerlo.
Me bajaré, sí. Pero esperaré
en la estación.
Esperaré el próximo tren
que me lleve de regreso
a mi ciudad. Debo regresar
hacia mi viejo amor.
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto-04/09/2012)