En mis días busco ir al
final de los puentes en busca suya,
cuando la palabra beso en
sus labios de calles rotas, siguen
un curso igual de reposo.
En mis días cuando sale de mí,
Cubrirlos, como un cielo nublado,
siento necesario abrir los paraguas
y cocerlos de inmediato.
Busco su mañana,
Sin pestañas del rostro de su ventana.
Y en estos días sumados, al borde de
Su voz, a meñiques de mi cuello.
Aun cuando las visitas son parecidas,
al pestañeo de gotas, en hojas de mañana,
y parecemos dormidos de un modo despierto.
Busco la cama en su pecho,
Ocurriendo en el despido de la noche
de fotos tomadas de negro cuerpo, y de blancos ojos.
Y en la bienvenida temprana
creada por besos meditados de ante mano.
Busco amarla en su estadía migratoria.
Amarla yo y mi mejor clima.
y regrese con la luna llena, que nos entrega, nos conduce, nos resbala
a siempre estar allí uno debajo del otro como tierra y cielo.
“Porque amarla me disuelve a estar siempre para usted, como un pilar que sostiene sus días tristes.”