Atardecer frìo e insìpido se enfrasca la lucha
de la tersura blanca del copo de nieve y la
negrura del arroyo..
Tropieza el agua tibia con el tèmpano frìo
que baja de la montaña; entremezclando
las causes en uno solo..
Nada se enturbia a pesar de los escombros,
el agua cristalina resurge en el manantial
bajo la cascada...
Allì se remansa entre trinos y perfùmes
todo tropiezo, toda incertidumbre;
en el cenote jamás explorado..
Se funde la gloria del paraíso soñado,
no hay tiempo, frío ni calor solo la
humedad de los cuerpos reposados..
Lánguida entrega de las aguas bravas
poseídas por el manantial de pureza
del cenote sagrado..
¿Dónde se va la nieve fría y derretida?
¿Se pierde acaso entre aguas turbulentas?
¡O se entrega en cálida suavidad
al plácido manantial que en calma la
recibe en abrazo eterno...! Como
hacen los amantes que como dos aguas
distintas se han entremezclado