Si tus labios se cerraron
debes tener tus razones
o mis palabras fallaron
o sobraron emociones.
Talvez mi zalamería verbal
-no encuentro la razón, que pasó-
porqué, de repente cortaste
-en serio-, toda comunicación.
Yo nada debo reprocharte
pues tus razones habrás tenido,
pero si es extraño y quiero preguntarte:
¿Tu silencio, si lo tengo merecido?,
¿crees que es mi pago por amarte?,
si es así, déjame decirte.... ¡no estoy vencido!.-