Hoy desperté junto a ti, amor
con el sol entibiando mi piel,
y la suave belleza del albor
vistiendo los recuerdos en mi ser.
La paz nos envolvió la mañana
y me acurruqué contra tu pecho,
cuando tu aroma acarició mi cara
busqué tus labios en un beso.
Y entonces supe...
(entre vaivenes nocturnos)
de esas tiernas caricias que bañaron
la playa tibia de mi desnudez,
y de las ganas locas que saciaron
tu delirio de hacerme mujer.
Supe de las vertientes de tu cuerpo
que conquistó el fuego de mis labios,
si cabalgamos en la cima del deseo
y estremecimos al amor de tanto amarnos.
(Y mis ojos tropezaron con los tuyos...)
(entre el placer y la tentación...)
Entonces supe...
que nuestro secreto se ha guardado
en el eterno anochecer de tu pelo,
en tu piel mi aroma quedó enredado
y la mía se abrigó con tus besos.
Vida... te miro y amanezco a tu lado,
mientras se sonríen (entre suspiros)
nuestros recuerdos...
Descansa en mí,
sueña en mis brazos,
que yo en tu corazón me quedo...
para siempre, amor, te lo prometo...
Amanecer así,
abrazada a tu alma,
embriagada de dicha, de ti, de tu calor...
Muy despacio tu voz me alcanza
y me susurra... buenos días, mi amor...
Mientras amanecemos juntos
viendo nacer el sol.
Ceci Ailín