Quiero negarte antes
De tocar el paraíso
Y se desprenda el cielo,
Deseo darte a todos
y a nadie,
Intento perderte,
Extraviarte,
Renunciarte,
Incomunicarte….
Y después reconocer
En esta negación
Que llegas como
Humo en invierno,
como agua tibia
en el frio rio,
como tenue luz
a medio día…
debo negarte antes
de que canten los gallos
y se despidan los trenes,
llevándose la soledad toda
y los restos del tiempo
que se ha ido.
Quiero amanecerte
En cada pliegue
De mis insomnios,
Anhelo decirte lo indecible,
Lo impreciso,
Lo que se calla,
Lo que se oculta y
No se ha visto,
Lo que veo con
Los ojos cerrados…
Y después te miro
En cada raya de la pared,
En cada punto diminuto,
En cada resquicio absoluto,
Para entonces
no concilio reposo alguno,
y entonces comprendo
que me atrapan tus recuerdos
y tengo entre mis cienes,
soy un vicio adictivo de tu recuerdo
y la inconsciente calma,
se que hoy no estas
conmigo,
esta noche
como desde hace milenios
se que te has ido.
Quiero despertarte
Con el murmullo
De las caricias,
Con las cenizas
De tu vientre
Que es hoguera
En infinito,
Que es revolución de luz,
Como verso de agua,
Como flecha en el aire
Ciego,
Como espuma de mar
En el vacío,
Quiero darte a mi cuerpo…
Negarte en mis pensamientos,
Amanecerte en mis sentidos.
Orarte como trueno
En el cielo…
Llamarte como silencio
Al viento,
Llorarte….
Como despedida inconclusa,
Antes de que sepulte el alba
El triste recuerdo
De que te has ido.