-soneto-
Yo miraba, tu descubierto seno ante el impulso de mi labio insano.
apetecible, tibio entre mi mano
aquella noche descubrí su estreno
ese brebaje infernal e inhumano.
Que a mi edad ¡te juro!... fue tan arcano
el momento fugaz y, tan obsceno.
el presente que juntos convivimos…
quizá el ver descubierto así tu seno
temblando de frío. Pero callado
suculento manjar de gracia pleno.