cristopher antonio moraga

Un corazón para este cuerpo

Hay tanta profundidad en algunos sentimientos,
sentimientos que son tan profundos
que traspasan las venas y se encarnan en el corazón…
y que llegan a formar parte de una sola alma,
que llegan a ser moldeadores de lo que llamamos persona;
ya que el cuerpo… no puede ser más
que un instrumento para sostener la piel;
sucede que también…
existen sentimientos profundos, sentimientos grises,
de los cuales decimos son de grata emoción…
y que se adentran en el pecho con una buena sensación
cuando en realidad no son más que mentiras
disfrazadas de hipocresía,
y que llegan al alma…
y que deterioran por completo el concepto de: “Ser vivo”…
así pues no queda más que un cuerpo con el alma muerta;
así pues no que da más que un vehículo;
un cuerpo somnoliento que aspira falsos destellos de luz,
y que vive… sí, vive!
vive siendo participe de obviados caprichos
influenciados por un corazón agónico
un corazón que guarda (falsas) esperanzas…
y que mendiga, se humilla, y que pide con gritos silenciosos
las sobras de ilusiones besadas
y, que, por si fuera poco lleva un nudo en la garganta,
porque… es eso o una lagrima en su mejilla.

Y con el cuerpo hueco.. la situación agrava con cada día,
porque mientras la herida no cicatrice,
el cuerpo seguirá deseando morir sin poder lograrlo;
y mientras la llama no se congele…
sufrirá, aun, muchísimo más
en toda la geometría en que sus sueños se formen
y en toda la extensión
hasta donde sus memorias logren alcanzar;
pero en fin un ser que con el corazón piensa
tiene un castigo de tal magnitud muy bien merecido…
aunque en mi pensar podría decir
que al amor olvidaron etiquetarle:
“No se deje al alcance de los niños”.

“Pobre de ese cuerpo” ha quedado sin latido alguno,
ha quedado sin cariño alguno…
ni siquiera el suyo propio
porque ha decidido seguir viviendo en el pasado,
¿Por qué le temes a lo que pasa hoy?
Creo que no podría estar más mal
de lo que ya está;
porque no existe condena más grande que sufrir
y aun así no poder morir;
y mañana le pediré en tu nombre
ayuda a algún desconocido
porque publicare en los clasificados del diario:
“Se necesita con urgencia un corazón para este cuerpo”.