Al Museo Contisuyo en su 18° Aniversario
De pensar bien, que es un talento cierto;
a plasmar su discurso, surge el audaz reto;
edificar un poema o un racimo de versos
de viñedos floridos o de páramos yertos;
para el espíritu, liceo; y del liceo, el asueto;
esa piel suave que besan los pétalos tersos.
El pensamiento asaz es de torrente sumo,
venero cristalino o cenagoso, a veces humo,
húmedo que enfebrece hasta el feraz continente
de una hermosa colina holgada de cipreses
¡ay! si la pluma tomas y tratas de bogar
un deletéreo cauce, prefiere raudo bordear
a las floridas ideas de las riberas mansas.
Voluptuoso el cauce gira a la derecha,
súbito a la izquierda, ora sin querer saltas.
Impelido por esta invisible y tenaz fuerza
te sumerges en aquel raro mar de las ideas;
allí no halles socorro en alguna frase hecha,
busca el puerto o país de las más altas letras
Eslabones, hilvanen; argollas, sujeten;
La lumbre aclare y surjan los conceptos,
como abren los capullos hasta el esplendor
enseñando a los hombres la clave del color
rómpase el secreto de la eclosión
que la humanidad golpeada por la historia
atenta a los sucesos, a comprensión mayor
escuche y halle la paz de un mundo mejor.
Víctor Callirgos
Moquegua, 06 septiembre 2012