Larga espera
He mirado mis manos callosas de echona
He recaminado los caminos polvorientos
He terminado triste hoy mi faena
Pues, tus pasos he sentido en la furia del viento.
He visto el huracán, el terrible hielo
He hurgado en los establos buscando madera
He sentido el frío calando mis huesos
Y, he visto tu pelo ondeando en las banderas.
He oído la noche silbando en las ventanas
He atizado el fuego esperándote llegar
He escuchado de los perros el aullido lejano
Y aún así, no pierdo la fe que esta noche llegarás.