"Como en la historia de Caperucita,/ el de comerte era el gran momento/ y yo llegué tarde a la cita/ por no saberme el cuento".
Caperucita del bosque, quiero pedirte perdón,
en verdad está mal escrito ese cuento...
Admito que soy un lobo pero de buen corazón
y nunca me ha faltado el sentimiento.
Yo no sé si sea éste el mejor momento,
perdona si tu valioso tiempo te robo,
pero es que malo en realidad no me siento
a pesar de ser como soy, un lobo.
Entiende, tú eras apenas una niña y muy bella
y a mí me cautivó mucho tu inocencia.
Perdona por lo de tu abuela, ignoro si perdonó ella,
no está bien pedir perdón en su ausencia.
Las frutas que llevabas para mí mucho valían
porque del hambre era yo fácil presa...
No sé si otros animales del bosque las querían
y ahora saberlo tampoco me interesa.
Pero a mí me guiaba el hambre y no otra cosa,
tú eras una niña a la que yo no le haría daño.
Fíjate, hoy eres una mujer de lo más hermosa
y yo diciéndote esto me siento extraño.
Ya estoy viejo y no se oyen mis aullidos
y el bosque donde te vi casi no existe,
árboles viejos, otros tristemente caídos
en un panorama francamente triste.
Ya no existe la casa de tu abuela
ni el atajo que a esa casa me llevaba,
en verdad nada de esto me consuela
pero quiero saber que al menos no estás brava.
Ya ves, el cuento lo contaron mal, obvio,
culpa del escritor, no me preguntes quién.
Hoy estás hecha toda una mujer y tienes novio
que yo diría que parece un lobo también.
Él tiene ventajas que no tuve yo,
ahora los cuentos son más modernos,
para lobos como el que ese cuento creó
seguro existen castigos e infiernos.
A tu novio no sé si le gustan las frutas
tanto como me gustaban a mí...
Ni creo que deba seguir las mismas rutas
que seguía yo para llegar a ti.
Quería que supieras que el cazador no me mató,
pero lo que quedó de mí fueron despojos...
Ya ves, pasaron los años y hoy me provocó
presentarme así ante tus ojos.
Estoy viejo y aún así a tu novio le tengo envidia,
no le toca vivir en un bosque como yo viví...
Un bosque destruido por la desidia
en el cual te pude comer... y no te comí.
Tiene suerte tu novio, no es que me compare,
pero para ustedes será más fácil verse...
y él no tiene un cazador que le dispare
ni una abuelita que comerse.