Erase una vez
una mujer de treinta y seis
que se come vivo a un ñiño de quince
y lo escupe muerto…
No hubo sentimientos al principio
tampoco los hubo al final
sexo, solo sexo sin amor,
ella le somete con seducción y pasión
el ñiño que no siente dolor
está feliz viviendo en estado alucinado
loco por el regalo de tener a esa mujer bella
que lo posee sin tregua
pero queda marcado cuando es abandonado
sin previo aviso y sin dejar huella.
Se crea un ritual donde ella exige que él le lea
un cuento, un libro o un pioema
después un baño en una tina, sexo perfumado
y un descanso al terminar a su costado
atrapado en sus pechos y brazos como una gema.
El va y viene todos los días…
como en las mil y una noches
pues se encuentra idiotizado
o como decimos por acá en la selva enculado.
Años después cuando es estudiante
ella es juzgada por crímenes de guerra
en un campo de exterminio Nazi o de la muerte
ella manda al crematorio a hermosas niñas
que escogía para que le leyeran diariamente.
Él le leía en el ritual del amor
las niñas en el ritual de la muerte
al final después de ser condenada
él le leía para ella y le enviaba su voz grabada.
En un día nublado ato cabos
esa bella mujer de la SS, no era de tacones ligeros
solo era analfabeta
que por vergüenza cambiaba de oficios
marcando el destino de sus vidas
Ella se lo comió vivo y lo escupió muerto
de sexo sin amor…
de sexo sin dolor…
el la hacía feliz leyéndole hasta que amanecía.
Padre perdonalos...