No es para mí un lamento
tu ausencia, que notamos infinita;
se fue aquél con el viento.
Mi aura por ti frenética
... resplandece hoy, por ello distinguida.
Es tu llegada senda
de fértiles caminos infinitos;
armonía sin venda
que toca tonadillas,
anunciando ya avecinados hitos.
Son aires parisinos
evocando el traslado por el Sena.
La Villa de los Campos
recibe nuestros mimos
así de inéditos trinos se plena.
Theo Corona