Una vez había un rey que en cierto día anunció:
"Hoy regalaré cualquier cosa que me pidan. Así
que quienes quieran recibir algo, que vengan."
Y todo el mundo se acercó a recibir
algo. Algunos recibieron ropa y otros recibieron
otras cosas. Pero, hacia la noche
cuando ya era tarde, apareció un barrendero
y dijo: "Su Alteza, me acabo de enterar que
hoy está regalando cosas; siento mucho haber
llegado tarde, pero quisiera que me regalara
algo." A pesar de que ya se había terminado
el plazo de pedir, el rey pensó: "Esta
persona ha venido desde muy lejos y muestra
gran humildad, le daré algo." El rey se mostró
muy complacido ante la humildad del
barrendero, le dio un plato de oro que tenía
incrustadas cinco joyas y un diamante. El
barrendero se puso muy contento con el
plato de oro y joyas, y cuando llegó a su casa
se lo entregó a su esposa. La esposa no tenía
idea del valor de aquel plato y pensó que
podía utilizarlo para recoger la mugre del
piso. Ella dijo: "Todos los días compro algo
similar a este plato para recoger la mugre y
siempre se me rompe. Pero éste parece ser
muy sólido además podré utilizarlo cuando
vaya a barrer en otras casas." A la mañana
siguiente cuando fue a trabajar, usó el plato
de oro con incrustaciones de piedras preciosas
para recoger la mugre, y el plato se
volvió sucio y de color negro. De repente
surgió una voz que le dijo: "Estás haciendo
algo que no debes; este plato de oro no debe
ser utilizado para ese fin." Pero ella no
prestó atención a esa voz y continuó utilizando
el plato dorado como recogedor de mugre.
Este es únicamente un ejemplo, ¿cómo es
entonces la realidad? La realidad es que Dios
Todopoderoso es como aquel rey dispuesto a
entregarle todo a las almas.
cuando finalmente nos llega la
oportunidad de acercarnos a Dios Todopoderoso,
le suplicamos: "Oh, Dios Todopoderoso,
deberías concedernos algo. Hemos vivido y
estamos cansados." Y El misericordiosamente
al ver nuestra humildad y nuestro
deseo de mejorar, nos concede el valioso
cuerpo humano. El cuerpo humano es como
aquel plato dorado. Y junto con él nos
otorga el intelecto que es como un diamante,
y además, nos da los cinco órganos de los
sentidos que son como las cinco joyas incrustadas
en el plato. Pero, ¿en qué estado nos
encontramos? En vez de utilizar el cuerpo
para lo que nos fue dado, lo estamos desperdiciando
Con mi amor de siempre Linda