para mi Amada y hermosa azteca Ali
¿De qué me sirve amarte, si Cupido
no junta el Amor en un solo lecho?
¿De qué me sirve, di, si bajo el techo
no hay cariciaas y el labio es desunido?
Pasa un día y otro y otro, mas ardido
el fuego fervoroso camina hecho
brasa encendida en mi boscoso pecho
-el pebetero se queda encendido-.
Me nace tal ardor, que se derrama
del pedernal la chispa en la Era
al arrimo de los versos del poema
que me escribes caliente, cuya llama
alzada se levanta, hecha una hoguera
de arreboles, teñida de añil crema.
-salvador-