¡Abraza el gélido viento,
el púlpito resquebraja el tormento!
¡Anida la loza del silencio,
anima silente que cabalga!
¡Sombra aulladora,
lóbrego pensamiento,
plasma cielo incierto!
Bestia insaciable,
pecados carnales,
esclavo mendigo
de la lujuria.
Arroja fuego la mirada,
ahoga dulzura la cobardía;
crisoles de esperanza,
llamas de alabanza.
Oro puro la maldita,
carbón que se derrita,
nada saca la mentira
por ser bendita.
Caballero o bestia ¿quien lo ha visto?
alucinación el pretexto,
del pérfido pensamiento.