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Donde vivimos?

La ilusión de aquel por llevar un bocado a su mesa

La espera de dos angelitos que mueren por verlo

Y la angustia de salir y regresar con las manos vacías

 

No tienen ansías de conocer el castillo de princesas

Sus sueños son tan sencillos como carritos de madera

Y su virtud es saber esperar, cuando ya no se puede esperar

 

Bienvenidos al mundo de la indiferencia infinita

En donde se premia la astucia, se aplaude la codicia

Y si compartes centavos, te haces de un buen nombre

 

Claro que he visto a reyes abrazando la pobreza

Vendiendo caras de angustia, por un mundo mejor

Comprando paz, cielo y…un pedazo de sociedad.