Nuevamente me siento acongojada
al recordar los besos que me diste,
cuando decías siempre que me amabas,
que nunca volvería a sentirme triste.
Amarme eternamente me jurabas
haciéndome sentir que el mundo existe,
y que el amor sincero nunca acaba.
¿dónde quedó, qué fue lo que le hiciste?.
Olvidarme hoy decido y para siempre,
de tus palabras, de todos tus besos;
no volveré a buscarte y sigues presente,
no he secado la fuente de tus recuerdos.
Creíste que por siempre lloraría,
que esperaría por ti eternamente,
tanto tiempo lejos de mi ¿que hacías?;
muy poco o nada estaba yo en tu mente.
Tus versos hoy reposan en un cofre
la nostalgia se ofrece y aún me toca;
comenzaré a vagar hasta que forje
no desear tus caricias en mi boca.
Cerraré el corazón, ¿para qué amarte?
no te dedicaré más ningún verso,
guardar mi ternura será olvidarte
no pronunciar tu nombre ni "te quiero".
He comprendido la belleza de la vida;
amo a mi sombra, que nunca me ha olvidado,
la grandeza de una amiga que me alivia
borrar de mis versos el eco ahogado.
México & Venezuela