Bella dama de la noche, sabe que la sueñan...
amiga leal, vigía de encuentros prohibidos.
Fue una noche quieta y hermosa de manto estrellado,
ella, toda elegante hizo su gran entrada triunfal.
Las manecillas del reloj danzaban,
emocionadas y ansiosas alucinaban,
al compás de segundos cabalgantes,
en la espera de los dos amantes.
Un rico olor a deseo ardiente llegó…
y un sólo pensamiento con sabor a ti
fue suficiente para empezar a sentir...
todo un océano de fuego se encendió.
Sus labios se vistieron de rojo carmesí,
su figura de guitarra ya la afinaba…
y la adornó de finos encajes a lucir.
Sus encantos anhelantes, ya lo aclamaban.
El pecho ya agitado, casi descontrolado,
y un corazón en un concierto de violines,
esperaba a su gemelo muy emocionado,
en su unión serían dos arroyos danzarines.
El encuentro abordó al deseado momento,
una mirada, cual olvido de un tormento,
deliró los sentidos de los amantes…
y se perdieron en ellos como nunca antes...
…Y un exuberante río de pasión se los llevó….
Ellos supieron que sería su único encuentro,
vivieron a plenitud su glorioso momento…
sólo les quedó el bello recuerdo de lo vivido,
y una noche, custodio fiel de un amor prohibido.