Jhon Alzate

LAURA MARÍA

 

Latió agitado el corazón atleta,
En noche fría y lluviosa de octubre,

Afligido en rutinaria soledad
Hasta que sobrecogido te descubre…

Descendió saltando de gota en gota,
Deslizándose por el helado frio,
Obnubilando desde lo lejos
Los apagados ojos míos.

Tocó su melodía suave y cadenciosa,
Sus instrumentos al son con armonía
Cercana como el amor y el odio dijo:
Mucho gusto: Laura María.

Recorrió los andes- mi existencia
En su dorado carruaje de ensueño,
Jalonado por enormes corceles,
y de repente, con empeño,
Se desvaneció entre las tinieblas.

Su ser espíe en sus tristes ojos,
Navegué cual Colón en sus sentimientos
Amores- quereres- pensamientos,
Y encontré su belleza en secreto
Como reliquia eterna de la iglesia.

Con complicidad la luna me observó
Me sonrió- me acarició- me mimó
Y le prometí en secreto que
A Laura María
¡Mi corazón vibrante entregaría!

Ahora,
Grabado habita en fuego
Su nombre esculpido al viento;
En el eco eterno retumba
siempre en mi pensamiento.