En ese tiempo atrapado entre las luces
del eterno devenir diseminado
por estelas de vacilante fulgor
que liban las olas de cada verso callado
escrito bajo la mirada del infinito
como danza que despierta de lo soñado.
En ese espacio impregnado de ausencia
que se bebe la brisa de un solo trago
y se arrodilla al borde de la esperanza
reflejando los olvidos del sabor amargo
con esos cantos de plegaria indefinida
que se rebelan del suspiro callado.