ivanxxv

Aromas de mujer

 


No vengas a decirme que estas arrepentida,

por que del huerto amado, do sembramos las rosas;

te fuiste con el viento cómplice de tus cosas,

como se van las fieras a su intima guarida.


No vengas a mentirme con unción desmedida,

por que tus huellas hablan, de verdades dudosas,

de falsas alegrías y mentiras copiosas.

-¡No vengas a buscarme, que mi alma está dormida!-.

 

Dormida entre recuerdos, gaviotas y sirenas,

en un mar de tinieblas, donde la luz se estanca.

Mientras que en silencio, volando se van mis penas!

 

Mas ha llegado un nuevo día a ésta playa blanca,

con cantos de gaviotas que inyectan a mis venas,

-¡Aromas de mujer, de una mujer, fiel y franca!-.