Esta tarde quisiera abandonarme.
Pero no abandonarme por completo,
sólo abandonarme a medias.
Dejar que a la mitad de mis lamentos
se los lleve el viento
y a la otra mitad protegerlos
tras barreras.
Ahogar en el inmenso mar
a la mitad de mis pensamientos
y a la otra mitad
plantarlos en macetas.
Poner a secar al sol del desierto
algunas alegrías vanas
y a las restantes
tatuarlas en mi pecho.
Borrar de mis ojos
la mitad de mis recuerdos
y jugar a eso de la taxidermia
con el resto.
Pero abandonarme a medias
sería abandonarme por completo,
así que yo mejor abandono a este
bienmalintencionado poema.
JCEM