¿por qué me afecta tanto
que el gorrión haya abierto sus alas
y sin miedo comience su vuelo
por el inmenso cielo a través de las ramas?
¿a mí qué más me da
que en su paseo se encuentre
con una, dos o tres palomitas,
si fui precisamente yo quien a la jaula
le quitó la cerradura y lo dejó salir...?
Tal vez sea culpa lo que siento
o simplemente sean celos
por ser el gorrión quien en otros cielos vuele
y yo siga en la jaula sin poder sin poder salir...