El cielo está pegado en el techo, el sol parece dormido; pequeñas nubes en el suelo, parecen arrancar la hierba, los pequeños harapos de un árbol inválido- parecen ser atrapados por la bruma de la velocidad del efímero tiempo.
Pareciera ser hoy, mañana, tal vez ayer-
Parece que..., ecos atrapan párpados inconscientes, al tatuar detalles entre pestañas insistiendo que el amanecer está dibujado en el muro del despertar.
Dejando el oxigeno atrapar la velocidad de un mundo pedante a la rutina, las hojas de siempre allí fuera de los ventanales de la existencialidad, las sombras entrelazadas con zapatos pasajeros- del metal de la carrocería- del buque de la imaginación encerrada en el desenlace de lo cotidiano.
El viento frío de una mañana de Septiembre, los pequeños goces de la vida, creciendo en focos oxigenados de ausentes doncellas del ciclo, tras los pétalos alcanzando la estación pasajera de los irremediables enamorados otra vez soñando y soñando y soñando.
Se atraviesa la voz del autor, con la voz de los hablantes, se atraviesan inventando el mundo tatuado en el realismo de siempre, con la dosis de la Surrealidad expresionista, entre el túnel cayendo al acantilado de metáforas detenidas en escalones autómatas, -bajando y bajando-, entre cristales de sueños encerrados en envases metálicos, -delicias y dulces- monedas y papeles doblados con el yugo de intercambiar la energía de un día igual que siempre -ajeno-
Entre las horas,
Definición de Metáfora:
Las personas, ellos, son una, son siempre los mismos, la raza misma, los mismos que toman café o té, aire y tristezas, golpes eléctricos y bajezas infernales. Ellos, son una palabra que se modifica explicando otra, no todos son iguales, ella puede ser diferente de ella, ella tiene su vida desordenada en personificaciones, y quien no se nombra tiene su vida ordenada en utopías, hermosas, divinas utopías, pero al menos tiene sueños que se cumplirán o prevalecerán en páginas almacenadas en la mecedora de sus días.
Ellos y Ellas son metáforas, siempre cambian sus orígenes; viven hasta el último día o fallecen sin probar los días multisabores, ellos se cuelgan de alcances futuristas; entre sus manos encierran el antaño profundo de una buena dosis de poesía.
Lírica: Vida.
Entre las horas, metáforas se miran una a las otras, entre el río electrizado del pavimento, (ahogado el lamento y no es tristeza, quizás es un monologo absurdo; contar los pasos de las metáforas y contarse uno mismo los pasos que no han sido escritos)
Entre el bullicio de una mano pequeña al oído, y el claro de luna resonando en la almohada errante de un sueño dibujándose entre los ojos de un soñador sin sus sueños, logra- percibir cápsulas masticar la velocidad del planeta, entre sus dientes, engullen metáforas, todas en una, se encierran dentro del ojo de quien ha decidido ahogarse en la oscuridad; -dejando detener el tiempo- entre sus manos, entre la distancia imposible de un cuerpo al otro, entre la nada, entre la soledad, entre el vacío, y la tranquilidad de permanecer en la muerte, permaneciendo correr con la velocidad de la mirada ciegamente atrapado en la imaginación de la realidad.
Septiembre, 2012.